Novelas; Mi vida

Buenas

La segunda parte de Arcángeles con alma supuso un nuevo reto que al final resulto ser más sencillo incluso que el primero, sus personajes eran menos complicados de manejar y mientras escribía la primera parte ya fueron formando su personalidad, aunque Mi vida desveló un personaje que… que me dio muchos quebraderos de cabeza.

Es verdad que tarde dos años en sacarla, pero los problemas que surgieron tras escribirla y por mucho que nos guste, no somos capaces de controlar lo que nosotros no manejamos.

Después de permanecer atrapada en manos enemigas, Kiire consigue escapar, pero lo que no esperaba la pantera, al lograr huir, era encontrarse con que su mundo hubiera cambiado de semejante forma. Todo cuanto conoció está patas arriba y la única persona capaz de lograr que se recomponga —y luche— es Andrés, el ángel que tanto daño le hizo con sus desprecios.

Andrés no sabe cómo enmendar su error. Kiire, por fin, ha aparecido, aunque se encuentra tan dañada que se ha recluido en sí misma y parece respirar por pura fuerza de voluntad. Él está dispuesto a todo con tal de hacerle ver la realidad y que acepte lo que a él tanto le costó comprender. Sin embargo, no lo tendrá fácil y no solo por el carácter de la muchacha, sino porque tanto ella —como el resto de los suyos— siguen siendo objetivo de sus enemigos.

La batalla les ha causado importantes bajas, pero nuestros ángeles no pueden dejar que el pesar se adueñe de ellos, han de seguir adelante. Tienen demasiadas heridas que cicatrizar y mucho que aprender a lo largo del camino que deberán recorrer juntos.

¿Podrá Kiire recuperarse y retomar el control de su vida volviendo a ser la guerrera que era? ¿Será capaz Andrés de conseguir el perdón de su pantera y hacerla entender lo que siente por ella, o todo estará pedido? Encontrarán a Anael? Y si lo logran, ¿en qué condiciones se hallará? El panorama que se les presenta no parece fácil, aunque, con esfuerzo y amor, todo es posible.

Mi vida